Presentación Harley-Davidson Livewire
La
Livewire introduce a Harley-Davidson de lleno en el siglo XXI. La revolución
eléctrica se abre paso y H-D es la primera de las grandes marcas que pone en la
calle una moto eléctrica. Las primeras Livewire se pudieron reservar en España
hace meses y dentro de poco las estarán disfrutando sus primeros dueños.
La
presentación a la prensa europea del motor fue en la ciudad de Barcelona a
mediados de diciembre. De momento solo hay dos concesionarios que vendan la
Livewire en España, Makinostra (Madrid) y Harley-Davidson Barcelona. Su precio
tampoco está al alcance de todos, 33.700 euros de tarifa, pero apunta a que se
va a convertir en un modelo de colección y los va a merecer también en el
futuro.

La
suspensión está firmada por Showa, horquilla invertida con barras de 43 mm y
monoamortiguador trasero. Da una sensación de andar plano y estable, aunque al
límite nos recuerda que no es una superbike. Los frenos tienen un buen
mordiente, vienen de la casa de Brembo, y complementan a la frenada
regenerativa que actúa por encima de los 15 km/h.
Es una
moto un poco pesada, 250 kg, pero su manejo no se hace aparatoso más que a muy
baja velocidad. Un jinete de 1,7 metros puede llegar al suelo con ambos pies y
apoyar con firmeza para maniobrar, y sin una mecánica que proporcione calor. En
marcha, como las masas están bien centradas y cercanas al suelo, se siente como
más ligera. Se puede usar perfectamente para el día a día, pero con la ventaja
de que su autonomía aumenta en estas circunstancias, al revés que una moto de
gasolina con un constante arranca y para.
En carretera
la autonomía se puede quedar un poco justa viajando o saliendo de ruta, 150 km
es una buena cifra en estas condiciones. Si se enchufa en cualquier sitio puede
recargar 20 km de autonomía por hora en caso de apuro. En el mejor caso se
puede cargar por completo en una hora en una estación de carga rápida DC
(DCFC). Harley-Davidson va a trabajar para que la red de recarga crezca más
allá de sus concesionarios de Madrid y Barcelona.
La
Livewire proporciona al motorista del mañana unas sensaciones intensas, no como
una cruiser con motor V2, pero totalmente dignas de una primera marca y acordes
con los tiempos que vivimos actualmente (y que vendrán).
0 comentarios