Prueba Zontes V-310
El cuarto modelo de la familia Zontes, del
grupo chino Tayo, es una moto de estilo “custom” e inspiración “muscle bike”.
No se ha reaprovechado tal cual el bastidor de sus hermanas R-310, T-310 y X-310. En este caso la distancia de ejes es más amplia y las geometrías son más
típicas de una moto al estilo americano. Fruto de esos cambios notaremos una
moto un poco menos ágil, y también un poco menos cómoda.
En el eje trasero tiene un contundente “balón”
180/55 en llanta de 17”, y el amortiguador monoshock tiene un recorrido
testimonial, solo 67 mm. Por ello no es una moto tan cómoda como sus hermanas,
aunque dentro del glosario de motos americanas sigue siendo una “softail”, es
decir, amortiguada (algunas “custom” van sin suspensión trasera, las “hardtail”).
En el eje delantero tiene una horquilla invertida con 145 mm de recorrido y un
equipo de frenos más que suficiente.

Por una tarifa sin competencia Zontes nos
ofrece una moto recreativa con un propulsor comedido, el mismo monocilíndrico
de 312 cc del resto de su gama, con 35 CV a 9.500 RPM, por debajo del tope
legal para carné A2. Este propulsor va asociado a un cambio de seis velocidades
para sacar lo mejor del mismo, y las reacciones del acelerador se pueden
adaptar al estilo de conducción con dos programas, Eco y Sport.
En carretera la notaremos aplomada y estable,
incluso a ritmos altos, y también proporciona confianza enlazando virajes. Su
comportamiento debería calificarse como equilibrado, ni radical ni
exclusivamente rutero. A fin de cuentas, es una “custom” de nuestra época, no
tiene una herencia pasada que deba respetar. Espacio para el pasajero hay, un
poco angosto, pero con un respaldo para que no se mueva de su sitio al abrir
gas sin misericordia.

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