Presentación Yamaha Niken
La creación de la marca japonesa es un concepto muy extraño en lo visual. No es un triciclo al uso, de hecho, no tiene tal homologación. Es una moto con tres ruedas, y hace falta el carné A para llevarla. Tampoco es un modelo para motoristas con poca experiencia, pese a la seguridad psicológica que puede proporcionar su eje delantero, más aplomado de lo normal. Para disfrutarla al máximo hay que venir bien rodado de casa.

El resultado es similar al de una moto grande, resulta cómoda y no es fácil alcanzar sus límites dinámicos, al menos sin conocerla. Sobre el papel declara una inclinación posible de 45 grados. Los motoristas más experimentados se divertirán en las zonas de curvas sinuosas, sobre todo teniendo en cuenta que tiene un cambio semiautomático (Quickshifter), permitiendo cambios sin tocar ni embrague ni gas.
La mecánica responsable de su impulsión es un tricilíndrico en línea que eroga 115 CV. Por sus características de construcción ofrece un par constante, de curva aplanada. No sube con alegría de vueltas, pero dispone de potencia de sobra.

Ya no resulta tan cómodo el concepto en ciudad, ya que el asiento queda lejos del suelo, 820 mm, por lo que un motorista de talla menuda tendrá que estirarse para echar un pie a tierra. Como el eje delantero no se puede bloquear, maniobrar en parado es tedioso. Además, no es precisamente ligera, la Niken arroja 263 kg sobre la báscula.
El precio de la Yamaha Niken le coloca en una parte alta del mercado, su precio ronda los 16.350 euros, por lo que no veremos muchas unidades por la calle. Es un concepto original y exclusivo en múltiples sentidos.
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