Presentación BMW G 310 GS
La hermana de la BMW G 310 R llega con más ganas de salir del asfalto, aunque de forma limitada. Es la GS más accesible de la gama de BMW Motorrad, tanto a nivel de licencia -carné A2- como por precio, apenas 6.050 euros.
Tiene en común con la BMW G 310 R el chasis de tubos de acero y el basculante de aluminio. El motor también es el mismo, un monocilíndrico de 312 centímetros cúbicos unido solidariamente al chasis para aportar rigidez. Entrega 34 CV a 9.500 RPM y pese al eje de equilibrado no resulta demasiado fino. No destaca en relación de compresión -10,6:1- por su previsible uso con gasolina de bajo octanaje en países emergentes, pero sí en tecnología, como las cuatro válvulas en doble árbol o el recubrimiento de carbono en varias piezas móviles. El motor va inclinado hacia atrás para un óptimo balance de masas.

La horquilla delantera no varía en el diámetro de las barras, 41 mm, pero crece generosamente su recorrido de 131 a 180 mm. El monoamortiguador trasero regulable en precarga también bascula más, de 140 a 180 mm. Al tener un mayor recorrido es más agradable para circular sobre asfaltos en mal estado o los resaltos de reducción de velocidad que pueblan la geografía nacional. Sería una moto muy buena para campo de no ser por los neumáticos de carretera y las llantas elegidas, de 19” delante y 17” detrás, en ambos casos de aleación.

En definitiva, la trail más accesible de BMW abre las puertas a nuevos motoristas a vivir las primeras aventuras con la marca, con un conjunto muy convincente por lo que piden por ella.
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