Prueba Triumph Street Scrambler
El encanto de la estética clásica con la tecnología actual
La Triumph Street Scrambler es una moto con una gran inspiración clásica, partiendo de las primeras scrambler originarias de la California de los años 60. No solo eso, está repleta de detalles clásicos tan típicos de Triumph. El motor, aunque es totalmente nuevo, es visualmente muy similar al Bonneville de los años 50 y60. Tanto es así que la inyección es electrónica que la alimenta se esconde tras unos falsos carburadores y el filtro de aire a la vista es de pega.

El cambio de marchas de cinco velocidades va ligado a un embrague con deslizamiento que impide rebotes de la rueda trasera en fuertes deceleraciones. La rueda delantera es de 19 pulgadas, la trasera de 17, y en su interior alojan frenos de disco con ABS desconectable. Si se desactiva esta ayuda para conducir fuera de carretera. Eso sí, hay que acordarse de desactivarlo cada vez que se gira la llave de contacto, pues no memoriza la última preferencia.
La Street Scrambler es una moto más cercana al mundo del asfalto que al del trail. El recorrido de las suspensiones es limitado, 120 milímetros en ambos ejes, y la altura del asiento hacia el suelo es más típico de motos de carretera; se llega con facilidad al suelo con los pies. La Street Scrambler transmite una agradable sensación de control, aunque prefiere las superficies lisas pues la suspensión no se lo traga todo. En el eje delantero cuenta con una horquilla convencional de la marca Kayaba sin reglajes, con un diámetro de barras de 41 milímetros. Por lo tanto, no es una moto tan campera, pero puede circular sin problemas sobre superficies no pavimentadas en las que no abunden las irregularidades. Conduciendo de pie, sobre los estribos, no termina de ser cómoda pues el manillar queda más bajo de lo deseable en este escenario.

El comportamiento en carretera lo podemos calificar como equilibrado, está bien diseñada y aguanta ritmos ágiles, pero hay opciones más deportivas. En definitiva, la Triumph es una moto detallada, glamurosa, con un buen balance, pero es más una moto de carretera reforzada que una genuinamente todocamino, con todo lo que eso implica.
0 comentarios